Cuidar es Chamba
Si toda la sociedad se beneficia, toda la sociedad debería aportar. Nuestro objetivo es construir un nuevo pacto de cuidados donde todas y todos seamos responsables.
¿Qué pasó durante
la pandemia?
La pandemia nos mostró la importancia del trabajo de cuidados. Desde la administración del hogar hasta la atención de personas enfermas, el trabajo de cuidados en los hogares se ha multiplicado.
Sin embargo, la pandemia no afecto a todas las personas por igual. Niñas, adolescentes y mujeres han tenido que dejar de estudiar o trabajar para atender estas nuevas tareas debido a la falsa creencia de que es su “rol social”.
Es momento de retribuir a las personas cuidadoras
El trabajo de cuidados remunerado ha sido central en el combate a la pandemia, donde son las mujeres quienes lo realizan en mayor medida. En México, 8 de cada 10 personas que se dedican a la enfermería son mujeres.
Aunque la aportación de estas trabajadoras es esencial en esta coyuntura, estos trabajos han sido subvalorados y muchas veces mal pagados. En los hogares, la sobrecarga de trabajo de cuidados que viven las mujeres es injusta.
En promedio, las mexicanas dedican 50 horas a la semana en cuidar mientras los hombres dedican apenas 20 horas.
La responsabilidad de los gobiernos
Si toda la sociedad se beneficia, toda la sociedad debería aportar. Los gobiernos deben sumarse a este cambio social y liderar la creación de políticas y servicios que reconozcan y redistribuyan el trabajo que hoy realizan los hogares y, en ellos, las mujeres, adolescentes y niñas.
Además, de ser lo justo, es una buena inversión económica. Un Sistema Nacional de Cuidados dotaría de más tiempo a las mujeres para participar en el mercado laboral remunerado (uno de los principales obstáculos para el crecimiento económico del país) y, diseñada como una política de desarrollo, generaría mayor inversión en infraestructura y empleos. Temas vitales para la recuperación post-covid.
Si no hacemos algo, ¿qué pasará?
La pandemia de COVID-19 es una crisis social que, como toda crisis, nos presenta una pregunta: ¿cambiar o seguir igual? Seguir igual es mantener la distribución injusta del trabajo de cuidados. Es mantener la brecha de tiempo, libertades y oportunidades entre hombres y mujeres. Cambiar es aprovechar este momento histórico para crear un país más justo e igualitario. Uno donde todas las personas tengan derecho a cuidar y ser cuidadas, y tengan el apoyo de toda la sociedad.
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